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ESPECIAL IRONMAN (II): “TARDÉ MÁS DE 11 HORAS Y NO DEJÉ DE SONREíR”
A casi nadie se le ocurriría pensar un día en hacer deporte durante más de 10 horas seguidas, ¿verdad? Sin embargo, para Alberto Estébanez y los otros deportistas que compiten en pruebas de Ironman no solo son capaces de hacerlo, sino que lo hacen disfrutando. Por supuesto que para conseguir este hito entrenan semanalmente muy duro y cuidan su dieta. Muchas personas no entienden que se hagan tantos sacrificios siendo este deporte solo una afición. Sin embargo, Alberto no lo ve así, ya que compite contra sí mismo y gracias a una gran planificación semanal consigue encajar deporte, trabajo y vida personal. Sin duda, un espejo dónde mirarse.
Sportium: Puede que aún haya gente que no conozca las dificultades de tu deporte. ¿Podrías explicarnos en qué consiste una prueba de Ironman?
Alberto: El Ironman consta exactamente de nadar 3,8 km, salir del agua y subirte a la bicicleta para hacer 180km, y acabar corriendo 42 km, la distancia de una maratón.
Sportium: ¿Se puede disfrutar cuando se está compitiendo en este nivel?
Alberto: Sí, sin duda. El primer Ironman que hice tardé 11 horas y pico y no dejé de sonreír ni un minuto.
Sportium: ¿Y qué era lo que te hacía sonreír? Porque deberías estar pasándolo mal..
Alberto: Pues que estaba siendo capaz de terminar algo que me había parecido increíble en su momento. Me había preparado muchos meses y mi entrenadora me dijo: no mires nunca el reloj, dedícate a disfrutar porque es el primero y la primera vez solo se vive una vez. Yo me acuerdo que me metí en el agua y estuve una hora nadando y creo que me entraba agua de que me estaba riendo porque estaba disfrutando. Me monté en la bicicleta y pasé las mejores 6 horas de mi vida. Por paisajes que quizá no hubiera y no volveré a pasar por ellos. Ir con gente que iba haciendo lo mismo que yo, de otras nacionalidades, gente animando por pueblos… Estaba disfrutando. Me bajé de la bicicleta después de 6 horas y dije: “venga, vamos a por una maratón”. E hice la maratón sonriendo. Estaban mis padres, mi hermana… cada vez que los veía una sonrisa, un abrazo. Y cuando entré en meta estaba feliz, medio llorando, contento… creo que dormí riéndome.
Sportium: Pero eso es la adrenalina de la primera vez. Y luego, a partir de ahí cuando ya lo has hecho una vez y ya sabes la sensación, ¿qué es lo que te sigue haciendo disfrutar?
Alberto: Que sigo siendo capaz de hacer lo mismo. Que sigo disfrutando. El segundo Ironman creo que lo hice 3 meses después y fue el de Barcelona. Era feliz porque lo estaba haciendo en la ciudad en la que vivía. Era feliz porque estaba mi chica viéndome. Era feliz porque había vuelto a nadar otra hora y había tardado un minuto y medio menos. Era feliz porque iba en bicicleta mucho más rápido que iba la primera vez y no me estaba cansando. Era feliz porque estaba sufriendo pero era capaz de sufrir y seguir. Era feliz porque estaba corriendo una maratón, me paraba y decía:” joder, cómo me duelen las rodillas” pero era feliz porque decía “esto es que te estás esforzando, lo estás haciendo bien”. Pero tampoco estaba haciendo el loco, digo “si me va a doler mucho, paro”. Era feliz porque estaba teniendo sensaciones y al final tienes sensaciones que no tienes en tu vida diaria y eso al final te hace feliz. El siguiente Ironman, igual. Era feliz porque estaba nadando en un sitio espectacular, iba en bicicleta con gente buenísima. Me dobla el que ha sido campeón del mundo en Hawái. Yo era feliz porque me estaba doblando ese tío. Y me estaba sacando 10 km o 20, pero me daba igual, era feliz. Porque estaba haciendo lo mismo que hacen ellos a otro nivel pero… Eres feliz. Y eres feliz porque estás cumpliendo tu objetivo de 7 meses, el proyecto de 7 meses lo estás terminando. Y lo estás terminando en las horas que sean. Pero eres feliz cruzando la meta. Y a veces también eres feliz sin cruzarla porque dices “mira, no ha podido ser pero estoy orgulloso de todo lo que he hecho este tiempo”.
Sportium: Pero has pasado momentos de debilidad…
Alberto: Sí. El año pasado por ejemplo corrí el medio Ironman de Luxemburgo. Allí vive mi hermana. Quizás te metes un poquito más de presión por el hecho de que estás viendo a tu sobrino que acaba de nacer… es una presión innecesaria pero yo creo que es innata en los seres humanos. Entonces, nadé muy bien, salí de los primeros, iba en bicicleta muy bien pero resulta que no tenía el GPS ni el cuenta kilómetros. Iba a ciegas. No cuidé la alimentación y la hidratación como lo debía de hacer hecho por el hecho de querer ir muy rápido. Me bajé de la bicicleta, empecé a correr, iba muy bien hasta que me pegó un corte de digestión y estuve 20 minutos sin poderme mover en un árbol. Claro, al final no podía ni ponerme erguido. Dices: “¿realmente esto es necesario?” En el Ironman de Vitoria el año pasado también en la bicicleta algo me sentaría mal en la tripa. Te bajas porque no puedes más, te vueles a montar… claro son 6 horas, 5, 10 y realmente dices “¿Esto es necesario? Es que no vivo de esto, no me están pagando”. Porque al final todo lo llevamos al dinero. No me están pagando pero yo me voy a levantar de esto, me he preparado para esto y yo voy a ser capaz de superar esto. Y ves que eres capaz y al cabo de 1 hora empiezas a correr mucho más rápido, te vuelve la sonrisa y todo ese dolor se te ha pasado.
Sportium: Esos son momentos de abandonar la prueba, pero ¿no te has planteado dejar esta dura disciplina durante los duros meses de entrenamiento?
Alberto: Durante los meses de entrenamiento también te lo planteas…Hay días que me quedaría en la cama con mi chica abrazándola pero me levanto, entreno y enseguida soy consciente que me estoy preparando para algo. Hay días que te duele absolutamente todo. ¿Es necesario esto? Pues quizás sí, porque ese dolor en una semana se te va a marchar y vas a ser y estar igual de contento. Tienes que nadar 1h y 10m. Y lo haces tú solo, dando manotazos al agua. ¿Es necesario esto? Pues sí, porque esto todo suma al final y es un beneficio para que el día de mañana puedas hacerlo bien. Esto también es lo que decíamos al principio. En la parte mental se entrenan estas cosas. Tienes que ser consciente de que hay días en las que no apetece absolutamente nada pero tienes que hacerlo. No por una obligación mala, sino una obligación buena, una responsabilidad y una planificación. Pero nada más.
Sportium: ¿0 sea que los momentos de bajón los superas con entrenamiento mental?
Alberto: Claro, todo bajón que te venga es parte del entrenamiento mental. Y en una prueba de este nivel de tantas horas no todas las horas vas así sonriendo indudablemente. Hay momentos en los que dices ¿Qué hago aquí? Levantarte a las 4 AM para desayunar cuando tendrías que estar en la cama durmiendo tranquilamente y dices madre mía, ¿qué hago aquí comiéndome esto a las 4? Pero bueno, bajas a los boxes, ves a todo el mundo y llegan los nervios y se te pasa. O cuando llevas 3 horas y media en la bicicleta, completamente perdido sin nadie ni delante ni detrás y dices: “¿pero qué necesidad hay? Me voy a mi casa”. Pero no. Ves a alguien, algo te motiva y vuelves a motivarte. Eso el día de la competición al menos, pero un día de entrenamiento a las 9 de la noche corriendo por un polígono, una pista de atletismo, una cinta de gimnasio, vienen todos estos pensamientos y dudas. ¿Que te gustaría estar en casa “tirao”comiéndote un bocadillo? Pues sí, pero al final es una balanza y claro que apetece el bocadillo y estar en casa pero sabes que te va a llenar más el entrenar. Y eso que yo soy amateur. Imagínate una persona profesional que tiene la presión añadida de que se está jugando su dinero en ese momento porque lo ha dejado todo en su vida para esto. Además de esa presión física tiene esa presión mental. Ellos son superdotados y no tenemos que compararnos porque ellos sí que hacen un esfuerzo que tendríamos que valorar.
Sportium: Entonces, ¿crees que es más una competición contra uno mismo o contra los demás?
Alberto: Indudablemente. Al final luchas contra ti mismo. Estas 9,10, 11 horas luchando contra ti mismo. Todos tenemos el ángel y el demonio en la cabeza y muchos días tienes esa persona detrás que va diciendo “para para, que tú no puedes más”. Y entonces es cuando entrenas la cabeza, tienes que estar muy frío y decir “claro que puedo”.
Sportium: ¿Qué es lo que más te satisface de tu vida deportiva?
Alberto: A todos nos satisface el cruzar la meta, el tener una muesquita más en tu currículo popular. Te satisface el hecho de que eres capaz de mejorar si te lo propones y entrenas. Y a mí me satisface el que un proyecto de tantos meses que puedas llevarlo a cabo y que encima eres capaz de hacerlo. Te satisface que gente tan diferente haga lo mismo que tú. Te satisface que sales por allí con la bicicleta a las 8AM un sábado o un domingo y haya gente como tú y te saludes. Ese simple saludo me satisface. Te satisface el hecho de que sales de trabajar cansado y eres capaz de correr 1 hora, 10 km, 15, 20. Te satisface el hecho de que eres capaz de cumplimentar tu vida deportiva, tu vida laboral y tu vida con tu novia. Que vas encajando todo. Eso me satisface. El día que algo se caiga o que algo no me llene o no me satisfaga, se acaba.
Sportium: Has hablado de los profesionales, ¿Sabes cuántas horas puede hacer ese tipo de profesional para entrenarse semanalmente o diariamente para llegar a ese rendimiento?
Alberto: Un deportista en un deporte individual como puede ser el triatlón o la natación mínimo dedica 6-7 horas diarias a esto. Y es un deporte que entrenas solo, durante 6-7 horas al día, todos los días, por tanto, imagínate…
Sportium: ¿Y pueden vivir de esto?
Alberto: No todos. Los que viven del triatlón es gracias al dinero que viene de la publicidad, del marketing, de las televisiones, de los patrocinios. Si no eres de los mejores no vas a tener nada de patrocinio o de ayuda, por tanto es muy difícil que puedas llegar a vivir de ello. Los deportes minoritarios, les llamo así aunque haya mucha gente que practica estos deportes, son difícil de retransmitir en televisión, por ejemplo. No tiene un seguimiento como el fútbol, y pueden ser igual de espectaculares o más, y el dinero lo trae la televisión. Al final el triatlón solo gana 1, y con 3 deportistas que llegan al pódium. Como mucho hay 10 que son más conocidos. Y el resto, pues el resto nos pagamos practicar este deporte como podemos.
Sportium: ¿Cuál es tu mayor reto en el triatlón?
Alberto: Mis retos son los objetivos que me ponga año a año y cumplirlos. Yo no soy profesional, no vivo de esto, no tengo que rendir cuentas a nadie, no tengo un spónsor que me apoya, no tengo publicidad, no tengo una empresa detrás. Y como yo, de 2000 participantes que compiten en un ironman hay 1950 como yo. Por tanto creo que a la hora de elegir el reto tenemos ser conscientes que es simplemente disfrutar, disfrutar y disfrutar. Disfrutar de los entrenamientos, disfrutar de los meses de preparación y disfrutar del día de la competición. Indudablemente cada persona se pone un objetivo. Yo este año tengo mis objetivos, tengo mis horas en la cabeza que puedo hacer y este es el reto que tengo. Si lo consigo, pues seré el hombre más feliz del mundo. Si termino las pruebas pero tardo 1 o 2 horas más pues seguiré siendo el hombre más feliz del mundo. Porque yo no tengo que jugarme nada, no me juego la vida, no me juego el dinero. Mi dinero está en mi trabajo, en mis 8 o 9 horas diarias en mi empresa y tengo que rendir cuentas a mi jefe y no nadie del mundo del triatlón.
Sportium: Concreta para este año, cuáles son tus objetivos.
Alberto: Bueno, pues este año mi objetivo principal es el Ironman de Lanzarote. Por muchos factores lo hago; porque dicen que es uno de los más duros del mundo, porque tengo la posibilidad de elegir lo que quiero hacer, no tengo la obligación de ir a un sitio concreto sino que puedo hacer lo que yo quiera y he elegido este. Porque dicen que tiene algo de magia este Ironman y porque quiero hacerlo una vez en la vida. Y luego a nivel de horas tengo mis horas que no las voy a decir, pero sí que me gustaría y creo que por la preparación que estoy llevando creo que puedo hacer un buen tiempo para lo que es mi nivel y es a lo que voy, pero luego lo que pueda salir de allí o no…
En el momento de publicarse esta entrevista, Alberto ya participó en el Ironman de Lanzarote. Logró acabar la dura prueba en un tiempo de 11h:29′:04» y superando problemas estomacales durante la maratón.